Forum für pianistische Forschung

Alejandro Geberovich


Breve descripción de mi método:


LA TÉCNICA PIANÍSTICA MODULAR

Un nuevo método

¿Qué entendemos como técnica pianística? Muchas veces utilizamos el término "técnica" en el sentido más estricto de la palabra, o sea "poder tocar el piano sin errores, rápido, más o menos en tiempo, forte, fortissimo y a veces también piano o inclusive hasta pianissimo". El feliz poseedor de tales destrezas, que a decir verdad no son nada fáciles de lograr, puede estar normalmente muy contento y asegurar que posee una buena técnica, sin temor a que alguien le pueda cuestionar tal afirmación. En realidad, técnica pianística es mucho más que eso:es el medio que nos permite expresar nuestras intenciones musicales. Técnica significa por lo tanto, poseer la capacidad de producir cada sonido en el momento justo con la calidad que le corresponde al momento del fluir musical en que aparece. Dando por sentado que podemos tocar las notas correctas, tenemos que estar también en condiciones de realizar tareas como calidad de toque, balance entre las voces, dinámica, precisión rítmica, uso consciente del apagador (influencia sobre la forma de finalizar el sonido), uso del pedal y claridad y orden en las ideas musicales. La técnica debe ser también económica, nos debe permitir lograr nuestros cometidos con el menor esfuerzo posible y ella misma no debe estar recargada de lastre innecesario, porque éste le impide su correcto funcionamiento. En este caso, la técnica nos ofrece las mejores condiciones para un aprovechamiento óptimo de nuestra energía. Una buena técnica debe ser más bien general que estar dirigida a resolver problemas especiales. General, porque su buen funcionamiento previene la aparición de problemas, haciendo innecesarias las soluciones especiales, porque los problemas en la mayoría de los casos ni siquiera surgen. Naturalmente, siempre quedan algunas dificultades particulares que requieren soluciones específicas. Normalmente se usan ejercicios determinados (habitualmente también llamados "técnica"), que no son otra cosa que un aumento innecesario de una dificultad innecesaria (que se hubiera impedido con una técnica adecuada) , con el único fin de entrenar la musculatura para poder enfrentar el problema con el lema: "Si aumentas la dificultad, el problema real te parecerá más fácil". En ese sentido fueron escritos numerosos cuadernos de ejercicios de escaso valor musical (en el mejor de los casos), así como también colecciones de estudios, verdaderas obras maestras de alto contenido artístico y musical que deben su existencia a una técnica pianística deficiente. Sin tales defectos técnicos se hubiera empobrecido de hecho la literatura pianística, por la pérdida de estudios tales como los de Chopin, Liszt, Scriabin, Rachmaninoff y Debussy. Sin embargo, soy de la opinión (y creo que en este punto la mayoría estará de acuerdo conmigo) que es mucho más lógico evitar la formación de los problemas que entrenarse continuamente para poder luchar contra ellos.

Una buena técnica debe dar al pianista la posibilidad de gozar lo que hace ― en un estado conciente y de relativa seguridad, con una cantidad de trabajo que esté en relación correcta con los logros y que le permita también alegrarse de la vida y de la naturaleza, pues éstas son espejo de toda creación musical.

No se puede pensar en técnica pianística sin haberse confrontado antes con la naturaleza del instrumento, o sea con la mecánica, materiales y construcción del piano. La técnica pianística modular es el resultado de una nueva concepción basada en el análisis del funcionamiento de la mecánica del piano, de acuerdo a los principios de la física y la biomecánica. Contrariamente a la tradicional relación maestro-aprendiz, en la que la transmisión de experiencias personales se basa principalmente en "mostrar e imitar", son los criterios científicos los que están aquí en primer plano. Las reglas son definidas de acuerdo a relaciones causales y sólo aceptadas como tales, cuando las mismas especificaciones producen, en distintas personas, los mismos resultados. De acuerdo a esto, podemos decir que el desarrollo de una buena técnica pianística necesita tener en cuenta las reglas físicas básicas que rigen el funcionamiento de la mecánica, y que recién a partir de ahí, se elaboren los principios técnicos de la ejecución, permitiendo solamente movimientos que concuerden con ellos y evitando aquellos que están en contra y que por lo tanto llevarían forzosamente a resultados no deseados. Esos movimientos "incorrectos" producen una serie de fuerzas que son contrarias a las necesarias para mover la mecánica del piano, entorpeciendo así la libertad de movimiento en general y en especial los movimientos de la mecánica misma. En consecuencia, estos movimientos "incorrectos" traen una serie de problemas tales como la dificultad para controlar las distintas clases de pulsación (pérdida de calidad de sonido) y para determinar el instante exacto de la producción del sonido (lo que forzosamente conduce a imprecisiones rítmicas). Estas dificultades obstaculizan a su vez toda posibilidad de realizar nuestras ideas musicales (interpretación) y pueden también ocasionar problemas de memoria y concentración. Contrariamente, movimientos "correctos" nos dan la capacidad de utilizar nuestra energía con un grado máximo de eficacia y por consiguiente nos proporcionan también un medio óptimo para materializar nuestras intenciones musicales.

Un talento debe ser educado para poder desarrollarse y poder ser productivo. El talento necesita la técnica, no obstante, puede ocurrir que sea precisamente ésta la que entorpezca su desarrollo. ¡En realidad en muchos casos el problema se produce porque no es posible recurrir a una técnica consciente!

Muchos opinan que hay muchos caminos para alcanzar el mismo objetivo; esto en mi opinión no vale para objetivos pianísticos. Las verdaderas propiedades del "producto final" no pueden ser examinadas independientemente del medio por el que fueron logradas. Cada método es específico y produce por lo tanto un producto final también específico; consecuentemente no se pueden lograr los mismos objetivos con métodos distintos. Por consiguiente, debemos definir primeramente objetivos claros antes de ponernos en búsqueda del método apropiado para alcanzarlos. Esto significa que métodos distintos no pueden ser simplemente considerados como buenos o malos, sino que deben ser valorados de acuerdo a cuán adecuados son para realizar un objetivo determinado. Esta problemática – concretamente la relación entre objetivo, método y las propiedades del producto final – es la que me impulsó a desarrollar un método propio. El uso de peso y presión para tocar el piano no sólo no me ayudó en muchas ocasiones a realizar mis objetivos, sino que hasta representó un impedimento. Mi método surgió a raíz de esa pregunta esencial, y lo considero como un nuevo camino, como la escapatoria de un callejón sin salida. Ideologías pianísticas anticuadas no pueden continuar desarrollándose: durante siglos se trató de mejorar continuamente viejos métodos y muy a menudo debió reconocerse, que las más nuevas conquistas sólo arrastraban viejos y conocidos problemas nunca resueltos.

Este nuevo camino se basa en un principio modular. La estructura modular de la técnica permite, paso a paso, aprender y hacer consciente sus elementos individuales. Uno de esos módulos trata de la eliminación del peso y de la presión. Quien nunca ha tocado sin peso y presión no puede siquiera imaginar las inesperadas posibilidades que de esta forma se abren.

La eliminación de peso y de presión permite una conexión directa de los dedos actuantes con el cerebro. Si no se "rueda" sobre el teclado y en consecuencia no se es arrastrado por la inercia, se puede "dar forma" a cada sonido individual, siempre y cuando se sepa en todo momento QUÉ se toca, colocarlo en el lugar correcto en el tiempo, CUÁNDO, y por último darle el contenido deseado, CÓMO. Sólo a partir de sonidos individuales y conscientes es posible crear "la gran línea". Bajo estas condiciones nuestras intenciones pueden llegar al instrumento y transformarse en sonidos musicales.

Esta forma consciente de tocar el piano nos permite pensar con claridad impidiendo así lagunas de memoria.

¿Tiene Usted a veces "miedo escénico"? Esto no es una enfermedad, sino solamente un signo de que existen muchas lagunas, o sea regiones inconscientes, que se han ido acumulado al aprender en el transcurso de los años. Lagunas producen en todos los casos inseguridad, tanto más cuando uno no se las imagina. Se está inseguro porque la obra, considerada como aprendida de memoria, muchas veces sólo está realmente guardada en la cabeza en una mínima proporción. Si el tocar de memoria es sólo el producto de repetir continuamente leyendo las notas de la partitura, los movimientos se harán "globales", o sea dirigidos a un conjunto de notas, y serán en gran parte automáticos. Procesos inconscientes provocan siempre inseguridad y por consecuencia miedo, aún cuando se haya practicado incansablemente durante horas, meses o años y automatizado todo completamente. Sólo unos pocos privilegiados pueden actuar en público en tales condiciones de ignorancia, sin tener "miedo escénico" y estar en condiciones de alcanzar resultados brillantes.

Si Usted toca con peso y presión se generan movimientos de rotación globales, con el fin de trasportar de un lado a otro las masas del cuerpo en función; los sonidos son así un producto secundario, por decirlo así, hechos de camino, al trasladarse rodando sobre el teclado. Las masas del cuerpo desarrollan una dinámica propia, que debido a la inercia resulta muy difícil de controlar; la cabeza trata de vigilar – se podría casi decir como espectadora – la velocidad del movimiento y la dinámica de acuerdo a los contenidos de su propia imaginación. Se tiene la sensación "de estar dentro de una nube" y no poder pensar claramente. Este proceso funciona en gran medida en forma automática. Con incontables horas de práctica es posible reforzar ese automatismo, de manera de poder presentarse en público con relativa seguridad.

¿Pero qué pasa si alguna vez falla el automatismo? Inmediatamente nos entra el pánico, nos sentimos completamente inseguros y por último perdemos toda confianza en nosotros mismos – ¡podría pasarnos siempre lo mismo!... ¡Sin embargo, en realidad no hemos olvidado probablemente nada, porque es imposible olvidar algo que nunca estuvo en nuestra memoria!

Muchos de los temas abordados en el Foro de Investigación Pianística no han sido tratados hasta ahora (o sólo en forma esporádica e insuficiente) en la literatura especializada. Otros se encuentran a menudo en los libros, pero en el foro, estos son considerados desde un ángulo completamente nuevo. De esta forma se consigue una mayor claridad para comprender mejor el problema y en consecuencia una mejor perspectiva que facilita la realización práctica. .

Tomemos como ejemplo el ritmo: en contraposición con el enfoque habitual, en el que se coloca su componente lineal en primer plano, aquí se resalta e investiga su aspecto jerárquico (formación de grupos de notas). En relación con esto se tratan además las divergencias respecto al ritmo simétrico, metronómico-matemático, que le son características a las distintas danzas, así como también la explicación del "tempo rubato" referente al ordenamiento rítmico resultante del aspecto jerárquico.



© 2004 by Alejandro Geberovich, Stadlauer Straße 47/6, A-1220 Vienna, Austria.