En
mis tiempos de estudiante en la Escuela Superior de Música de Viena era
considerando como alumno de mucho talento, "pero que lamentablemente no
podía alcanzar los objetivos más elevados porque todavía luchaba con
problemas no resueltos". Sin embargo esos problemas no eran muy
evidentes para la gran mayoría ni llamaban mucho la atención, salvo por
algunas irregularidades rítmicas y quizás una forma de tocar no siempre
impecable. Alabanzas y éxito no faltaron, pero a pesar de eso no era
muy feliz. Me sentía inseguro, tenía un miedo horrible antes de cada
concierto, temblaba por mi memoria defectuosa, los dedos estaban
lastimados de tanto peso y de apretar, en ocasiones llegué a tener
hasta una tendinitis, la calidad de mi toque no me gustaba, no podía
entender siempre lo que estaba tocando y quedaba finalmente con la
sensación: "Esto no es en realidad lo que me había imaginado al querer
ser pianista". Mis excelentes maestros, a los que estoy profundamente
agradecido, tampoco pudieron resolver esos problemas. Durante muchos
años busqué intensamente una solución, probé todo lo conocido y por
conocer, hasta que sin querer, lentamente y casi sin notarlo, tomé
conciencia que tal camino me había llevado a terrenos y conocimientos
completamente nuevos. Una nueva forma de hacer música y de tocar el
piano había sido creada:
La técnica pianística modular. Desde entonces me he
propuesto transmitir estas ideas a músicos jóvenes para evitarles mi
doloroso camino. Hasta julio de 2013 fui profesor de piano en la
Escuela de Música Leopoldstadt, Viena y profesor de
Zentral
Künstlerisches Fach Klavier (piano, carrera de concertista) en el
Conservatorio de Viena, ahora "Musik und Kunst Privatuniversität der
Stadt Wien". Actualmente doy clases magistrales en la
"Academia de Verano"
en Lilienfeld. La próxima Academia de Verano se realizará del 2 al
16 de julio de 2023.
